Fragancia de lilas...
Ciertos atardeceres de mi lejana infancia
que fluyó como el cauce de unas aguas tranquilas.
Y después un pañuelo temblando en la distancia.
Bajo el cielo de seda la estrella que titila.
Nada más...
Pies cansados en las largas errancias
y un dolor, un dolor que remuerde y se afila.
Y a los lejos campanas, canciones, penas, ansias,
vírgenes que tenían tan dulces las pupilas.
Fragancia de lilas...
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